
Beneficios de la terapia de exposición al frío: ¿Valen la pena?
La terapia de exposición al frío es una práctica que consiste en sumergirse a temperaturas frías. Para obtener resultados óptimos, las temperaturas deben oscilar entre 45 y 58 grados Fahrenheit o 7 y 14 grados Celsius. Esta forma de terapia proporciona una serie de beneficios para la salud física y mental, desde el apoyo inmunológico hasta la mejora del estado de ánimo.